En la Edad Antigua, los romanos lograron reunir un gran imperio mediante la conquista y dominación de los territorios que se encontraban alrededor del mar Mediterráneo.
A partir del siglo III comenzó una crisis en el Imperio romano que se manifestó en diversos aspectos sociales, económicos y políticos.
- En el año 330, el emperador romano Constantino fundó una nueva ciudad, a la que llamó Constantinopla sobre una antigua colonia griega llamada Bizancio. El Imperio bizantino se formó en torno a esa ciudad.
- Este Imperio ocupaba los territorios de Grecia, los Balcanes, Asia Menor, Siria, Palestina y Egipto.
En el año 395 el emperador romano Teodosio dividió el Imperio Romano en dos partes para sus hijos:
Honorio: Imperio Romano de Occidente con capital en Roma.
Arcadio: Imperio Romano de Oriente con capital en Constantinopla (antigua Bizancio).
- Durante el siglo V la parte occidental sufrió muchas invasiones de los pueblos germánicos (visigodos, vándalos, alanos, etc.). En el año 476 uno de estos pueblos germánicos (los hérulos) derrotaron definitivamente al Imperio Romano de Occidente que desapareció
Tras las invasiones de los pueblos germánicos el territorio del Imperio Romano de Occidente se dividió en distintos reinos en los que durante 5 siglos hubo grandes diferencias con la época romana:
– Decayó la cultura.
– Casi desapareció el comercio.
– Perdieron importancia las ciudades.
– La principal actividad económica fue la agricultura.
El Imperio Romano de Oriente sobrevivió a la caída de Roma durante 1.000 años y mantuvo la cultura y las tradiciones romanas. Se le conoce como Bizancio y duró hasta 1.453 cuando los turcos conquistaron Constantinopla.
- La etapa de mayor esplendor del Imperio bizantino tuvo lugar durante el mandato del emperador Justiniano I, entre los años 527 y 565.
- Los emperadores bizantinos soñaban con que su Imperio llegara a tener todos los territorios que en su día tuvo el Imperio Romano. Justiniano quiso reconquistar el territorio del Imperio romano.
- Tras la muerte de Justiniano, el Imperio experimentó un periodo de crisis durante los dos siglos siguientes. Perdió territorios en Oriente Próximo y el norte de África como consecuencia de la expansión de los musulmanes.
El Imperio bizantino recibió mucha influencia de Oriente: la lengua oficial era el griego. Sin embargo conservó de los romanos: las costumbres, la religión cristiana, el derecho romano… Durante el reinado de Justiniano, Constantinopla se convirtió en una gran ciudad comercial. Fue una de las ciudades más ricas y activas del mundo que llegó a tener más de medio millón de habitantes.
La organización del Imperio bizantino:
Las instituciones políticas del Imperio bizantino eran heredadas del Imperio romano. Al frente se encontraba un emperador, también llamado basileus, que ejercía un poder absoluto y al que se le atribuía un origen divino.
Bizancio fue un estado teocrático (el poder viene de Dios que lo transmite al emperador). Los emperadores eran coronados por el Patriarca de Constantinopla y tenía en sus manos el poder político y religioso de forma absoluta y estaban apoyados por un fuerte ejército.
Para las tareas de gobierno, se apoyaba en una administración (burocracia) muy organizada y en una legislación basada en el derecho romano.
La organización del Imperio bizantino tenía estas características:
- El poder absoluto (civil, militar y religioso) estaba centrado en la figura del emperador.
- El territorio estaba dividido en themas o provincias. Cada provincia tenía su gobernador, llamado estratega, que actuaba a las órdenes del emperador.
- Tenía un ejército poderoso, que fue capaz de resistir la invasión de los pueblos bárbaros y más tarde del islam y los pueblos eslavos (del norte de Europa).
- Esta organización era posible gracias a las recaudaciones de impuestos que pagaban las personas que se dedicaban a la agricultura, la artesanía, el comercio…
- La principal actividad económica fue la agricultura, que permitió al Imperio bizantino mantener su prosperidad.
- Predominaban las grandes propiedades que disminuyeron algo por los repartos de tierras entre soldados y campesinos libres.
- El sistema que empleaban consistía en que cada provincia se especializaba en un sólo producto (olivo, cereal…), que luego intercambiaba con otras provincias del Imperio (comercio interno).
- Había grandes propiedades o latifundios de las que eran dueños los altos cargos de la Administración o el Ejército. En estas tierras trabajaban colonos (campesinos libres que arrendaban pequeñas parcelas pagando un alquiler) y esclavos.
- Destacó una importante actividad artesanal realizada en las ciudades. Entre los productos artesanos, destacaron artículos de lujo como los tejidos de seda, perfumes, jabones… Los artesanos no tenían mucha consideración social y se organizaban en collegia o gremios: grupos de trabajadores que se dedicaban a fabricar un producto concreto.
- La situación estratégica del Imperio, y principalmente de su capital Constantinopla o Bizancio, favoreció el desarrollo del comercio. Se convirtió así en un importante intermediario en las rutas de los productos de Oriente y Occidente.
- Se trataba de centro mercantil donde llegaban la seda y las especias que venían de Oriente y los comerciantes bizantinos las vendían por todo Occidente. Otros centros importantes fueron Alejandría y Antioquia. El Imperio exportaba: telas, vino, cuero, marfil, mirra, pieles, especias, piedras preciosas y perfumes.
Estaba jerarquizada y organizada de forma piramidal. En la cúspide estaba la nobleza que poseía grandes propiedades y ocupaban los altos cargos de la administración y también del ejército. En el centro estaban los comerciantes y los campesinos libres y en la base los siervos y esclavos que realizaban todos los trabajos.
La Iglesia bizantina
- Muy vinculada al poder político y tuvo gran influencia en la sociedad bizantina.
- En esta sociedad solían mezclarse las disputas religiosas con las sociales, por ejemplo las luchas iconoclastas provocadas por los emperadores que prohibieron el culto a las imágenes sagradas ‘iconos’ y que se produjeron entre los siglos VIII y IX.
- Tuvo gran trascendencia la rivalidad entre el Patriarca de Constantinopla y el Papa de Roma que terminó en el año 1.054 con la separación de las Iglesias oriental y occidental en lo que se llamó el Cisma de Oriente.
- La Iglesia oriental mantuvo las costumbres cristianas primitivas y se llamó desde entonces Iglesia ortodoxa que se extendió por toda Europa oriental.
La cultura bizantina:
- La cultura estaba promovida por el Estado y la Iglesia.
- El Imperio bizantino se consideraba el sucesor del Imperio romano, por ello mantuvo elementos culturales latinos.
- Como se asentaba en la zona oriental, tuvo también una fuerte influencia de la cultura griega-helenística. Por ello, el latín fue progresivamente sustituido por el griego como lengua oficial del Imperio.
- La cultura bizantina fue una síntesis de las culturas clásica, cristiana y oriental.
- La aportación de Bizancio a la cultura fue notable:
- se recopilaron las obras clásicas griegas.
- se transmitió su conocimiento a Occidente.
- se hizo una gran aportación en el mundo del Derecho con el Código de Justiniano (CORPUS IURIS CIVILIS) que recogió en una sola obra las leyes romanas y que se utilizaron durante toda la Edad Media.
- Se escribieron muchas enciclopedias históricas, tratados de medicina y agronomía, biografías de santos y epopeyas (poemas que narraban la vida de los héroes).
Ahora bien, la ideología que más importancia tuvo, tanto en la cultura como en la sociedad de Bizancio, fue el cristianismo.
La religión, defendida y controlada por los emperadores, fue un pilar fundamental del Imperio bizantino y así se refleja en el arte. Las principales construcciones fueron templos que se decoraban con pinturas y mosaicos en los que estaban representados tanto los emperadores como las figuras sagradas.
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