Arquitectura barroca: características
Características de la arquitectura barroca
En una conferencia titulada Lo barroco y lo real maravilloso, Alejo Carpentier afirmaría que el barroco se describe como un estilo signado por el:
… horror al vacío, a la superficie desnuda, a la armonía lineal geométrica, estilo donde en torno al eje central (...) se multiplican lo que podríamos llamar los “núcleos proliferantes”, es decir, elementos decorativos que llenan totalmente el espacio ocupado por la construcción, las paredes, todo el espacio disponible arquitectónicamente, con motivos que están dotados de una expansión propia y lanzan, proyectan las formas con una fuerza expansiva hacia afuera. Es decir, es un arte en movimiento, un arte de pulsión…
¿Cómo se expresan estas características concretamente?
Dinamismo compositivo y movimiento aplicado a la arquitectura
La arquitectura barroca pretende otorgar a sus estructuras dinamismo compositivo, en lugar del carácter reposado renacentista. El movimiento será una de sus búsquedas principales. Esto se aplicará, por ejemplo, en el uso de ondulaciones para muros interiores y fachadas, así como también en las columnas.
Proyección arquitectónica policéntrica
Las edificaciones barrocas poseen diversos centros o ejes constructivos según la complejidad del diseño. En lugar de restringirse a figuras con un único eje central, como el círculo, el cuadrado y la cruz griega, crean un efecto policéntrico mediante otras figuras o mediante nuevas y atrevidas combinaciones de las figuras mencionadas.
Preferencia por la línea curva
La arquitectura barroca prefiere el uso de las líneas curvas y las superficies ondulantes. En este sentido, abandona las líneas rectas y las superficies planas.
Preferencia por las plantas elípticas y mixtilíneas
Como consecuencia de lo anterior, en el barroco se prefiere el uso de plantas elípticas, aunque también formas complejas mixtilíneas, es decir, que combinan líneas curvas y rectas. Se usan también formas de la naturaleza para la proyección de plantas inusuales.
Búsqueda de la infinitud
El propósito del dinamismo fue diluir los límites espaciales y crear un efecto de continuidad e infinitud mediante la forma abierta, que implica el suavizado de líneas y volúmenes segmentados. También se pretendió lograr este efecto por medio de la decoración.
Riqueza ornamental e integración de las artes
El barroco admitió la riqueza ornamental de gran exuberancia, una decoración que recargaba todo el espacio. Los arquitectos se valieron de todas las artes, integrando arquitectura, pintura y escultura en un todo complejo. Fueron válidos también los juegos de espejos y las ilusiones ópticas (llamadas trampantojo), estas últimas aplicadas en muros, bóvedas y cúpulas.
Uso de la luz en función de los efectos pretendidos
En lugar de optar por una luz diáfana y natural, la arquitectura barroca se caracteriza por crear efectos atmosféricos mediante la manipulación y regulación de las entradas de luz. La búsqueda de los efectos del claroscurso es una constante. El investigador Conti señala que esto:
Es posible contraponiendo pronunciados salientes, pronunciados «vuelos» como dicen los arquitectos con bruscas y amplias entradas. También es posible «troceando» las superficies, encrespándolas de distinta manera.
Nuevo uso de órdenes arquitectónicos
Los arquitectos barrocos desarrollan especialmente el orden salomónico, el orden colosal y las columnas tipo estípite, a los que eventualmente suman órdenes de estilo oriental.
El orden salomónico, inspirado en la descripción bíblica del Templo de Salomón, consiste en un fuste torso o entorchado, cuya torsión suele dar seis vueltas. Con frecuencia, esta columna torneada es ricamente decorada con diversos motivos.
El fuste salomónico se erige sobre una basa y culmina en un capitel. Este último suele rematarse con motivos tomados de los órdenes clásicos conocidos, especialmente el orden toscano y el compuesto.
El orden colosal o gigante consiste en columnas colosales cuya altura se extiende a lo largo de varios niveles o plantas. Ya en el Renacimiento se hicieron proyectos con este tipo de columnas (muchos no llegaron a construirse), pero su uso se hizo extendido en el barroco.
Estípite es una palabra que designa a las columnas troncopiramidales invertidas, las cuales son de origen micénico. Fueron muy utilizadas en el barroco, especialmente en el barroco latinoamericano. Podían decorarse con todo tipo de formas vegetales, animales o antropoformas.
Otros elementos arquitectónicos frecuentes:
- Arcos ovales, elípticos y de doble curva.
- Aletas o aletones: elemento decorativo en forma de ala, usado para ocultar las cubiertas o como solución estructural a los contrafuertes medievales.
- Volutas: adornos en forma de espiral, usados para el remate de capiteles, aletas y otros elementos arquitectónicos.
- Frontones de nuevo diseño, con preferencia por los fragmentados y/o curvos.
- Ventanas ovales, curveadas, mixtas.
- Escaleras complejas, retorcidas y majestuosas.
- Nichos y hornacinas de uso frecuente.
- Introducción de óculos decorados en fachadas y techos.
- Evolución de la galería a sala de recibimiento para albergar colecciones artísticas.
Desarrollo del urbanismo
La arquitectura del barroco también dio un lugar importante al desarrollo de complejos urbanísticos como jardines, áreas ciudadanas o cierto tipo de residencias. Desarrollaron ampliamente las avenidas y las plazas redondas y elípticas, inscritas dentro de una red conectada. Asimismo, con frecuencia existía una relación de conjunto entre el edificio barroco y el espacio circundante.
Tipos arquitectónicos más importantes
Dentro de la variedad de edificaciones del barroco, destacan dos tipos arquitectónicos: los palacios (ciudadanos, reales o campestres) y las iglesias (catedrales, parroquiales o conventuales). Esto va de la mano con el crecimiento del absolutismo, por un lado, y la afirmación del poder eclesiástico, por el otro.
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